lunes, 8 de septiembre de 2008

RedBelt: La Única Salida es la Moral



Por Budokán Lunes 8 de Septiembre de 2008

Estamos en un tiempo en el que los héroes deben volver para reinstaurar un orden de ideales que la ética actual parece haber dejado de lado. David Mamet, al igual otros realizadores contemporáneos, comprende perfectamente esta necesidad y la pone en juego en su último filme Redbelt. Con un guión escrito como es habitual en él, con maestría, nos regala una historia digna de heroísmo y valor cuando estos son elementos que parecen estar de modé.

La película abre como casi todas las de este guionista devenido en director con una perfecta presentación de personajes en situaciones que no llegamos a comprender totalmente. Sin llegar a narrar in media res, nos adentramos en la trama motivados más por querer saber que sucede que por identificación con alguno de los intérpretes. No está de más decir que aquí el universo de Mamet se hace presente con mucha fuerza. El engaño, la mentira sobre la verdad y la concepción ambigua de casi todos los personajes son una constante maravillosa que David no ha abandonado nunca en su filmografía.

Un maestro de artes marciales (Mike Terry) dirige una lucha en su gimnasio entre dos hombres. Cuando la pelea parece llegar a su fin con la victoria de uno de los luchadores, el instructor predica la frase clave de la obra: “Siempre hay una salida”.

A partir de la cita anterior los personajes de esta historia se verán acorralados ante situaciones en las cuales parece no haber un escape posible, por lo menos uno que se vislumbre con claridad. Un policía que no cobra su sueldo hace bastante tiempo caerá en el suicidio, una abogada que fue violada sentirá que ninguna ley la puede amparar, la esposa del protagonista corromperá su matrimonio para saldar una deuda monetaria, los hermanos de esta mujer venderán su honor marcial en un show de televisión, un productor cinematográfico y una estrella de cine se entregarán al alcohol y a la estafa. Sin embargo, el único y más comprometido de los personajes será el protagonista Mike Terry, que encontrará a través de valores ascéticos inculcados por su maestro japonés, la verdadera salida en un código ético ancestral. Él, es el único merecedor del cinturón rojo, premio del filme, porque comprende el sentido de ese símbolo, algo que a los demás les es completamente ajeno.